En la madrugada del domingo, alrededor de 300 efectivos de la Guardia Nacional fueron desplegados en tres zonas clave de Los Ángeles, de acuerdo con un comunicado oficial de la oficina del gobernador de California, Gavin Newsom. Esta medida se implementó tras días de manifestaciones desencadenadas por las recientes redadas migratorias promovidas por el Presidente Donald Trump, quien autorizó el envío de hasta 2.000 soldados para intervenir en áreas de protesta.
La 79.a Brigada de Infantería, presente en las calles
El Comando Norte de EE.UU. confirmó que los militares pertenecen al Equipo de Combate de la 79.a Brigada de Infantería de California, y señaló que seguirán informando conforme se definan los movimientos de las unidades. La operación, que tuvo lugar entre las 02:00 y las 04:00 horas del domingo, fue coordinada con autoridades federales, según fuentes oficiales.
Seguridad Nacional justifica la medida
Desde el Departamento de Seguridad Nacional, su titular Kristi Noem declaró que la presencia militar tiene como objetivo preservar el orden en medio de las protestas y que los elementos movilizados "están entrenados específicamente para este tipo de situaciones de multitud". En una entrevista televisiva, la funcionaria aseguró que los soldados han sido desplegados "para garantizar que las protestas se mantengan dentro de los márgenes pacíficos", aunque evitó brindar detalles sobre las actividades concretas de los efectivos.
Acusaciones cruzadas entre gobiernos locales y federales
Noem lanzó críticas al gobernador Gavin Newsom, a la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, y al Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD), por lo que consideró una respuesta tardía ante los disturbios que siguieron a las redadas migratorias. Además, comparó la situación con los acontecimientos de 2020 durante las protestas por el asesinato de George Floyd, indicando que la administración federal "no permitirá que se repita lo de 2020".
Trump habla de insurrección, pero no invoca la ley correspondiente
El Presidente Donald Trump responsabilizó a "multitudes violentas" por supuestos ataques a agentes federales, aunque no ha invocado aún la Ley de Insurrección de 1807. En declaraciones a la prensa, dejó entrever que esa decisión dependerá de la evolución de los acontecimientos. A través de su cuenta en Truth Social, afirmó haber dado instrucciones a su gabinete para "liberar a Los Ángeles de la invasión migrante".
Trump también aseguró que los inmigrantes indocumentados serán deportados, lo que ha sido interpretado como una reafirmación de su política de mano dura contra la inmigración.
Preocupación por un operativo prolongado del ICE
La representante demócrata Nanette Barragán, en diálogo con CNN, reveló que ha recibido advertencias sobre un posible operativo prolongado del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), que podría extenderse por 30 días. Según la congresista, esta estrategia "no fue solicitada por las autoridades locales" y podría empeorar una situación ya tensa.
"Esto es una escalada innecesaria que solo añade combustible a un entorno donde ya existe descontento por las políticas migratorias actuales", afirmó Barragán, señalando que la presencia militar no contribuirá a descomprimir el conflicto social.
Protestas, represión y detenciones
Las protestas comenzaron el viernes, tras la detención de al menos 44 personas por agentes federales. Los manifestantes se congregaron en distintos puntos de Los Ángeles y sus alrededores, con una presencia destacada frente a un centro de detención migratoria en Alameda.
Durante la noche del sábado, las fuerzas del orden utilizaron gases lacrimógenos y granadas aturdidoras para dispersar manifestaciones en Paramount, una localidad al sur de la ciudad. Se produjeron múltiples arrestos en medio de enfrentamientos que se extendieron hasta Compton.
La oficina del Sheriff del Condado de Los Ángeles acusó a algunos manifestantes de protagonizar actos de violencia contra agentes federales y efectivos del condado. Sin embargo, la congresista Barragán sostuvo que quienes comenzaron los disturbios no eran manifestantes antiinmigración y que, al momento de hablar con el sheriff local, "la situación ya estaba controlada".
La narrativa de seguridad choca con reclamos de derechos civiles
La narrativa federal se centra en el mantenimiento del orden público, mientras que desde sectores demócratas se denuncia un uso excesivo de la fuerza y una criminalización de la protesta social. Las imágenes de soldados desplegados en calles urbanas de California, equipados para el control de multitudes, han reavivado el debate sobre los límites entre seguridad nacional y derechos civiles.
En redes sociales y medios locales, circulan videos y testimonios de personas que denuncian abusos durante los operativos de detención, además del uso desproporcionado de medidas represivas contra manifestaciones mayoritariamente pacíficas.
Mientras tanto, el clima en Los Ángeles permanece en tensión. La combinación de operativos migratorios, militarización del espacio público y un discurso cada vez más polarizante desde Washington augura nuevas jornadas de conflicto en el estado más poblado del país.
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